Un gesto tan habitual y sencillo como depositar una botella de vidrio o un frasco en el contenedor verde de reciclado contribuye significativamente a la sostenibilidad ambiental y es un gran ejemplo de economía circular.
Para facilitar más este proceso y avanzar en la mejora de la gestión del reciclado, que comienza con el depósito en los contenedores de nuestras calles, el Ayuntamiento ha aumentado el número de contenedores verdes situados en el término municipal. Además, estos nuevos veinticinco contenedores tienen un menor tamaño, por lo que, con la misma funcionalidad, ocupan menos espacio en la vía pública, tienen menos impacto visual en la misma y son más fáciles de manejar a la hora de recoger su contenido.
Imágenes de los nuevos contenedores verdes situados en diversas localizaciones de Villalbilla
¿Qué hay que meter en el contenedor verde?
Aunque su uso está generalizado, es frecuente tener dudas sobre algunos envases por el tipo de material del que están realizados. Para un correcto reciclado debemos tener en cuenta que en el contenedor verde debemos depositar botellas de vidrio (vino, cava…), frascos de vidrio (como perfumes o colonias) o tarros de alimentos (mermeladas, conservas, etc.).
Es muy importante diferenciar el vidrio del cristal. Al verde solo debe ir el vidrio. Algunos errores comunes se dan cuando llega la hora de reciclar bombillas (que deben llevarse al punto limpio o a centros de recogida), y los espejos, ceniceros, vasos y vajillas también deben ser depositados en estos mismos lugares.
Hábito sencillo con gran impacto medioambiental
Reciclar es un hábito simple que no sólo ayuda a reducir la cantidad de residuos en los vertederos, sino que también ofrece una serie de beneficios económicos y ecológicos. Así, puesto que el vidrio es un material 100% reciclable, éste puede ser reutilizado indefinidamente sin perder su calidad o pureza. Al reciclar vidrio, se disminuye la necesidad de extraer y procesar materias primas, lo que a su vez reduce el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Además, la fabricación de nuevos productos de vidrio a partir de materiales reciclados requiere menos recursos naturales, como arena, carbonato de sodio y piedra caliza. Esto no solo preserva estos recursos valiosos, sino que también reduce el impacto ambiental asociado con su extracción y procesamiento.
También al reducir la necesidad de fabricar vidrio nuevo, se disminuyen las emisiones de contaminantes atmosféricos y se minimiza la contaminación del agua. Esto contribuye a mejorar la calidad del aire que respiramos y a proteger los ecosistemas acuáticos.
Con una acción tan sencilla como reciclar vidrio contribuimos a generar un importante impacto significativo en la protección del medio ambiente y en la promoción de una economía circular. Ahora, este gesto será más fácil y accesible gracias al aumento de la red de contenedores verdes.
Ya sabes, recicla y añade un granito de arena más para un futuro más sostenible y saludable para nuestro planeta.
Puedes consultar la situación de los contenedores de residuos en el municipio en este enlace