Los servicios de medioambiente se encuentran, actualmente, en pleno control de la procesionaria del pino. Las tareas para controlar esta especie consisten en la eliminación de parte de los nidos de orugas en las distintas zonas verdes del municipio. La idea es prevenir que su población se convierta en plaga en nuestros pinos.
Se trata de la especie que se encuentra más presente en los pinares mediterráneos y debe su nombre a su desplazamiento en grupo y de forma alineada, a modo de procesión. En España hay cuatro especies del género Thaumetopoea. Thaumetopoea pityocampa, Thaumetopoea processionea,Thaumetopoea pinivora y Thaumetopoea herculeana.
En lo que se refiere a la especie Thaumetopoea herculeana, se han detectado en algunas zonas del municipio. Estas orugas forman grandes grupos en el suelo y pueden provocar molestias. Al igual que la procesionaria del pino, poseen unos pelos que si se tocan pueden causar urticaria, incluso sin tocarlas, solo con el simple roce de la piel por la zona donde ha pasado la oruga es suficiente para que nos dé una reacción alérgica.
La procesionaria del pino, Thaumetopoea pityocampa, es una oruga asociada a las zonas arboladas, utiliza los pinos y cedros para construir sus nidos y alimentarse de sus acículas.
Se trata de especies autóctonas que no se deben erradicar sin un criterio específico puesto que tienen una función muy importante en nuestro ecosistema. El problema radica en que se están extendiendo en algunos puntos de la Península Ibérica de manera preocupante debido a que los inviernos son cada vez más suaves y con menos heladas intensas. Por eso su control poblacional se hace importante en este momento.
“Enseñar a un niño a no pisar una oruga, es tan importante para la oruga como para el niño”
Bradley Millar