Seguro que en alguna ocasión has pensado que la comunicación con tu marido o tu mujer o si tienes hijos e hijas, es imposible, seguro que has intentado todo por todas las maneras posibles, activa y pasiva, por las buenas, por las malas y por las regulares, y a pesar del esfuerzo llevado no has conseguido ningún beneficio.
Si bien en algún punto lleves razón, la comunicación no es una tarea fácil que se pueda realizar con cualquier persona, pero os vamos a dar un halo de luz. Incluso en esos casos que piensas “Esto es imposible” se puede conseguir algo, por muy mínimo que sea, y es sentirnos bien con nuestra actitud y que el otro miembro de nuestra familia se sienta escuchado, apoyado y valorado. ¡Esto ya es un gran paso!
Cuando en esos momentos en los que la otra persona se encuentra en cólera, en crisis de silencio o con una actitud muy apática e irascible, sentirá gran sorpresa si ve que no se le ataca o no se le intenta convencer de algo, a pesar de que crea que estemos en contra de sus pensamientos o de lo que haya hecho. Este esfuerzo por intentar escuchar al otro miembro de la familia e intentar comprender sus argumentos y en definitiva su estado emocional del momento permitirá un acercamiento entre las dos personas para buscar y encontrar un punto de común de solución.
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