El suicidio es un problema muy complejo y multifactorial, pero se puede prevenir. Identificar las señales de alarma y conocer los recursos de ayuda a los que derivar en estas situaciones puede salvar vidas.
Muchas personas que están contemplando el suicido no buscan atención formal y recurren a su entorno más inmediato, como familiares, amistades y compañeros de trabajo. Estas personas pueden ser agentes clave para ofrecer la primera ayuda, dada su relación de proximidad y posición de confianza con aquellas personas que están en una situación de riesgo.
A continuación, se presentan cinco pasos que pueden servir de guía para acercarse y ayudar a una persona que está sufriendo intenso dolor emocional (pasos para prevención del suicidio – PCMAS).
Preguntar
Ante una sospecha, no tengas miedo de preguntar. Acércate y habla con la persona, no lo dejes pasar. Averigua si existe intención de quitarse la vida e incluso un plan para llevarlo a cabo.
Aunque puede ser difícil hablar sobre el suicidio, está demostrado que preguntar sobre la presencia de ideas de suicidio no incita a realizarlo, sino que reduce el riesgo. Preguntar y escuchar a nuestro familiar, amigo o conocido sobre sus pensamientos y emociones relacionadas con la conducta suicida ayudará a aliviar su tensión. Escuchar de forma auténtica, sin juzgar y con respeto, le indicará que nos preocupa y que deseamos ayudarle.
Algunas de las preguntas que podríamos hacer serían estas, conociendo primero si piensa en la muerte y después si está pensando en suicidarse:
¿Has tenido pensamientos sobre la muerte?, ¿Tienes ganas de morirte o no te importaría?, ¿Alguna vez has pensado en quitarte la vida, en suicidarte?, ¿Tienes alguna idea de cómo lo harías?
Conectar
Trata de estar presente, mostrando afecto e interés por cómo se siente y validando sus sentimientos.
Algunos investigadores afirman que los actos de conexión amortiguan la desesperanza y el sufrimiento psicológico por el que se está pasando. A su vez, el sentido de pertenencia se ha demostrado como un factor protector contra el suicidio.
Alejarle de los Medios potencialmente letales y mantenerle seguro
Aconséjale sobre cómo separarse de los medios con los que podría hacerse daño. El objetivo es crear un entorno seguro y ganar tiempo para actuar y buscar ayuda.
Restringir el acceso de una persona con ideas suicidas a medios altamente letales (o métodos elegidos para un intento suicida) es una parte importante de la prevención del suicidio.
Derivación a recursos de Ayuda: profesional y no profesional
Anímale para que reciba ayuda profesional y contacte con su red de apoyo. Los profesionales le orientarán y podrán ofrecerle el tratamiento que necesita. Su red de apoyo (familiares/amistades) le aportará compañía y soporte.
Puedes hacer preguntas como: ¿Has hablado de esto con alguien?, Si lo necesitas puedo llamar y concertarte una primera cita o puedo acompañarte.
Si el riesgo es muy elevado, dirígele a los servicios de Urgencias Hospitalarias y, si se encuentra ante un riesgo inminente, busca ayuda inmediata llamando al 112 y ayúdale a mantenerse a salvo hasta que llegue la ayuda especializada.
Seguimiento y apoyo
Intenta mantenerte en contacto con la persona que sufre.
Después de recibir ayuda suele notarse una mejoría, pero es posible que vuelvan los pensamientos negativos. Por ello, es importante brindar apoyo continuo, asegurándose de que la persona se mantenga conectada con la ayuda que necesita y estando disponibles ante cualquier nueva necesidad que pueda surgir.
Por último, pero no menos importante:
Debemos ser conscientes de que, a pesar de que identifiquemos las señales de alerta y pongamos en marcha todas las medidas preventivas recomendadas, no podemos controlar las acciones de otra persona.
No hay que olvidar que prestar esta ayuda conlleva un desgaste emocional y por ello es importante considerar el autocuidado y apoyo para la propia persona que está prestando esta ayuda. Es importante reconocer los límites propios, buscar apoyo profesional y emocional cuando sea preciso.
Fuente: Comunidad de Madrid