Ser madres y padres es una tarea fundamental y compleja. Las competencias y habilidades para la crianza y educación de nuestros hijos e hijas se pueden aprender y mejorar.
La disciplina positiva es un modelo educativo que se basa en el respeto mutuo, la comunicación efectiva y el establecimiento de límites claros, sin autoritarismo ni permisividad,  y que pretende fomentar el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y cognitivas en los niños y niñas, promoviendo su autonomía y autoestima.
GUÍAS:
  Visualizaciones de esta entrada: 1.343
 
  
 





 
 