Los griegos acuñaron el término catarsis para referirse a la purificación que se produce en el espectador de una obra de teatro cuando éste se identifica con los personajes y transita por las mismas emociones que están viviendo sobre la escena. Así, publico y actores participan en un viaje único e irrepetible en cada representación. Y si a todo esto, le añadimos todas las facetas sociales que desarrollamos a través del teatro la experiencia se convierte en imprescindible. Desde la infancia a la edad adulta, esta disciplina te abre un abanico infinito de instrumentos para la propia vida.
En torno a setenta alumnos conforman actualmente la Escuela de artes teatrales Ascena, pero aún hay capacidad para incorporar a nuevos talentos a sus filas escénicas. Por si te pica la inspiración, AQUÍ te dejamos todos los detalles de sus clases. Renunciar a esta experiencia catártica sería un absoluto pesar en estos tiempos que corren, sino que se lo pregunten a nuestros antepasados griegos.